Te damos algunos consejos:😉
1) Colocar límites
Dedicar un tiempo del día a usar las nuevas
tecnologías puede ser productivo, pues estas nos permiten mantenernos
informados y conocer nuevas realidades. Pero dejar que ocupen nuestra atención
todo el día es un grave error.
Lo más recomendable es ponerse límites y
establecer reglas básicas para desintoxicarse un poco de la tecnología: no usar
el teléfono antes de dormir, o durante los almuerzos y períodos de estudio o
trabajo, etc.
2) Conocer lo que se utiliza
Muchas veces utilizamos aplicaciones y redes
sociales sin leer atentamente lo que aceptamos. De este modo, damos permiso a
las compañías para que realicen acciones de las que no siempre tenemos
conciencia. Lo mejor siempre será leer cada apartado de términos y condiciones
antes de aceptar el uso de un dispositivo.
3) Cuestionarse sobre privacidad
¿Qué tanto quieres exponer con las nuevas
tecnologías? Las redes sociales son el ejemplo más claro, pero no el único a la
hora de pensar en los datos que compartimos mediante estas tecnologías.
Esta información no solo puede ser empleada
para cometer delitos si cae en manos de gente inapropiada, sino que en cierto
modo es una forma de limitar nuestra privacidad. Por lo tanto, es importante
preguntarse qué tanto se desea compartir y hacer un análisis de los beneficios
y las consecuencias que se puede tener por compartir esta información.
4) Desconfiar
Las nuevas tecnologías implican nuevas
oportunidades, tanto para personas con buenas intenciones como para criminales
que busquen nuevas formas de cometer delitos. Con esto en mente, lo
recomendable siempre es desconfiar y parar un segundo a pensar antes de
lanzarse a usar determinadas tecnologías.
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